Tiziano Ferro confesó a la revista Vanity Fair, en su versión italiana, ser homosexual y que desea enamorarse de un hombre.
“Hace un par de años”, dice, “comencé un proceso de análisis. Durante algún tiempo estuve enfermo, y entiendo la necesidad de recuperar un número de cosas, desde mi relación con la homosexualidad.
Así, a finales del año pasado, llegué a una conclusión: yo quería vivir esa parte de mí, dejar de considerarlo un monstruo, algo negativo, incluso debilitante “, apuntó.
Recordó que sus primeras dudas acerca de su inclinación sexual fue en la adolescencia cuando le confesó a una novia le atraían los chicos.
“Yo le dije que pensaba me sentió atraído también por los chicos. Me reí en voz baja en su rostro, me dijo que no podía ser verdad”, recordó.
Después le llegó el éxito en la industria de la música y no fue capaz de aclarar sus reales sentimientos, y vivir simplemente su homosexualidad.
“No puedo señalar con el dedo a nadie, sólo a mí mismo, explica, “Incluso ahora no puedo explicar por qué considero la homosexualidad una especie de “enfermedad “… No pretendo salvar a nadie, pero si mi libro podría ayudar a alguien a evitar la pérdida de todos los años que he tirado, yo sería feliz”, consideró.
Los cuestionamientos reiterados sobre su homosexualidad le daban mucha rabia, pero porque no podía vivirla.
“Decían que yo estaba viviendo una doble vida con otro hombre y qué rabia me daba, no porque no quisiera que me consideraran ‘gay’, sino porque sí hubiera querido tener un novio”, subrayó.
Asentó que en cambio no tenía a nadie y tampoco tuvo la fuerza para vivir una doble vida.
Así también indicó le molesta se diga la frase “aceptó su homosexualidad”, cuando para él es en todo caso el compartir y que su familia más que aceptar sus decisiones las viva junto él, al igual sus amigos.
Finalmente, Ferro desea encontrar el amor, ahora está sólo, pero espera eso no dure mucho tiempo.