miércoles, 15 de junio de 2011

Juan Soldado, como de violador de menores se convierte en un Santo.

Actualmente la tumba de Juan Soldado.

Juan Soldado es el nombre con el que se conoce a un militar mexicano, que se llamó en realidad Juan Castillo Morales. El soldado raso del ejército fue ejecutado en Tijuana, Baja California, el 17 de febrero de 1938 tras la violación y asesinato de la niña Olga Camacho Martínez. Se le venera en la región noroccidental de México y sudoeste de los Estados Unidos como un supuesto santo. Aquellos que creen en sus milagros dicen que fue acusado falsamente y que a través de su intercesión espititual, pueden conseguir ayuda en problemas de salud, familiares o facilitar el cruce fronterizo a los inmigrantes indocumentados. Es por ello por lo que se le considera el santo patrón de los indocumentados mexicanos.

En la tarde del 13 de febrero de 1938, desapareció frente a su casa la menor de ocho años Olga Camacho Martínez. En ese tiempo la ciudad de Tijuana sólo tenía 19,000 habitantes, por lo que todos los vecinos se conocían. Al día siguiente, la pequeña ciudad era un caos, todos los vecinos estaban buscando la niña y hacia las diez de la mañana unos niños encontraron el cuerpecito degollado y ultrajado de la menor.

Era tan pequeña la ciudad que fue fácil para la policía detener sospechosos, en la investigacion del crimen contribuyó la ciudad de San Diego (California) enviando a su agente Ed Dieckmann, jefe de dactilografía del condado de San Diego. En cuanto Mr. Dieckmann vio la escena del crimen se dio cuenta que era un crimen fácil de resolver ya que el homicida había dejado huellas por doquier. Incluso había huellas del calzado del asesino que tenían una especial particularidad, la huella marcaba un diamante en el centro de la suela del zapato.

Entre los sospechosos estaba el soldado Juan Castillo Morales, conocido posteriormente como Juan Soldado, un soldado raso quien al ser encarado se desplomó, lloró y pidió perdón, confesó que había cometido el crimen bajo la influencia del alcohol y la marihuana. La mujer de Juan Castillo Morales relató al investigador que una semana antes había sorprendido a su amasio Castillo Morales en el intento de violar a una sobrina suya.

Los vecinos exigieron que se les entregara el soldado para lincharlo. Durante la revuelta fue incendiada la jefatura de policía y la oficina de gobierno de la ciudad. Se habla de que hubo más de cien detenidos que participaron en la turbamulta. La justicia militar optó por hacer un juicio militar, fue encontrado culpable y sentenciado a muerte aplicando la Ley fuga.

En cumplimiento de dicha Ley, el reo fue trasladado la mañana del 17 de febrero de 1938 al panteón municipal conocido como Puerta Blanca (panteón municipal N.º 1) y le aplicaron la Ley fuga. Eso ocurrió a la vista de los vecinos de la ciudad, que se congregaron en las partes altas del panteón para atestiguar la muerte de Juan Soldado. Algunos vecinos que presenciaron la ejecución les vino un sentimiento de culpa, y bastó que alguien afirmase que Juan Soldado era inocente y el verdadero culpable era un capitán del ejército para que el sentimiento de muchas personas cambiara.

Apartir de ahí surgio una rara costumbre, en el que las personas que lo culparon lanzaron piedras a la tumba de la víctima pidiéndole perdón, eso fue lo que pasó con Juan Soldado, la gente comenzó a lanzar piedras a la tumba y no faltó quien dijera que éstas hacían milagros".

Actualmente en el viejo panteón de Puerta Blanca existen dos pequeñas capillas dedicadas a Juan Soldado, en la primera capilla es en la que se dice que está sepultado; en ambas le rinden culto personas que tienen problemas para ingresar en Estados Unidos o se dedican al tráfico de personas en la frontera. Ambas capillitas están repletas de exvotos y cartas de agradecimiento por supuestos favores y milagros recibidos.

Redacción: Annuar Rodríguez (annuar79@gmail.com)Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Soldado